lunes, 20 de junio de 2011

Los videojuegos: ¿arte electrónico o droga peligrosa?


Diego Armando Urdaneta.


Existe un gran número de sustancias que crean adicción. La gran mayoría, si no son todas, están prohibidas por todo el mundo; son dañinas y potencialmente mortales. Pero desde cierto tiempo hasta la actualidad, una nueva especie de “droga” se ha apoderado de millones, y que cada vez suma más fieles a su larga lista de consumidores. Tal es el caso, a día de hoy, de los juegos de video.

Quizá no tengan la reputación destructiva como la de algún psicotrópico, pero lo cierto es que en la vida de gran parte de jóvenes, y hasta adultos, los videojuegos se han convertido en una enorme pasión. Tanto por sus atractivos gráficos como por la interactividad existente entre el usuario y la consola. No por nada es una industria que hace pocos años superó lucrativamente al cine.

Pero a pesar de tantos laureles a nivel de entretenimiento, psicólogos y analistas han puesto en duda la evidente afición que sienten los gamers, apelativo con el cual se autodenominan los jugadores acérrimos, hacia los videojuegos. Los expertos han acusado a las consolas electrónicas de provocar sensaciones negativas en quienes las utilizan.

“El peligro de los juegos de video está en la dependencia del joven de éstos”, admite Dalys Castro de Mata, psicóloga y terapeuta, con respecto a los jóvenes que juegan con demasiada asiduidad. “El niño o la niña se termina aislando por completo de su realidad inmediata. No atiende cuando lo llaman o se distancia de sus padres y hermanos”.

¿Cuál es la razón por la cual los juegos de video son tan adictivos? Castro fue clara; “En sí, los juegos de videos no suponen una amenaza. El problema es el uso que se les da. Mientras más constante es el uso, mayor es el aislamiento. La sensación de estar en control de una situación, como en los juegos, es lo que más llama la atención del niño”.

La industria de los videojuegos está en un momento altísimo actualmente. Compañías desarrolladoras invierten miles de dólares para la creación de juegos cada vez más realistas. Un claro ejemplo es el del controversial “Mercenaries”, donde se lidera un grupo de asesinos a sueldo y se lleva a cabo misiones de bombardeo y destrucción a ciudades de varias partes del mundo.

Este videojuego guarda una relación especial con Venezuela. En él, el jugador debe viajar hasta Caracas y atacar puntos estratégicos con la finalidad de derrocar a un dictador asentado en la capital del país. El gobierno venezolano lo tomó como algo personal, y la ley de prohibición de videojuegos bélicos fue puesta en boga, con el argumento de que juegos como éste incitan a la violencia en los jóvenes y adolescentes.

¿Pero es realmente cierto que los videojuegos provocan sentimientos de violencia y crimen en quienes los juegan? Castro fue enfática: “Los videojuegos son tan influyentes como la televisión; los jóvenes no aprenden a ser violentos por ver un programa de guerra o jugar un videojuego de guerra.”. “La violencia se produce en la sociedad cuando se manifiestan dos factores importantes y que no tienen que ver tanto con la psicología: el desempleo y la educación. Cuando están presentes uno de estos dos o ambos es cuando el sujeto no disfruta de aspiraciones y termina cometiendo robos o asesinatos.”, expuso la psicóloga.

Para Castro, no existe una verdadera amenaza psicológica dentro de los juegos de video. En contraste, reconoce que en ellos se hallan muchos beneficios que, en el caso de niños en crecimiento, ayudan a moldear una estructura de personalidad fuerte, compuesta por un alto nivel de autoestima, sentido de liderazgo, entre otros.

“Con un uso moderado, los videojuegos pueden ser muy beneficiosos a nivel psicológico y de personalidad para los niños; un niño necesita enfrentarse a retos y también necesita sentir que tiene en sus manos la capacidad de superarlos. Los juegos pueden proveer esta oportunidad.”, explica. “Todo depende del juego, de las habilidades del niño y de no abusar con el uso.”

El juego concluye cuando supera la capacidad del niño para contener la experiencia, de ahí que el encontrarse con distintos niveles, nuevos retos y desafíos impulsa al niño a continuar con el juego, actitud de perseverancia necesaria ante la vida.”

Para los adultos, los juegos de video han pasado a ser un hobby igual o más aceptado que los deportes y, en algunos casos, se han convertido en una profesión. Medios impresos y digitales, como “Club Nintendo” o “Gamesradar.com”, respectivamente, son un vivo ejemplo de ello.

Gamesradar.com es un exitoso portal web norteamericano dedicado exclusivamente al mundo de los videojuegos. Recientemente, y con respecto al tema de las duras críticas que reciben las consolas por parte de psicólogos y sociólogos, el medio gamer publicó una amplia lista de razones por las cuales defienden a lo que han llamado “arte electrónico”.

Según Craig Padalecki, periodista norteamericano, articulista de “Gamesradar” y gamer, los videojuegos “nos introducen a un mundo donde todo es posible. Donde podemos ser los héroes de nuestra propia película de acción, salvar la galaxia del mal o anotar el gol de la victoria con nuestro equipo favorito; nos enseñan a usar nuestro intelecto y creatividad para resolver acertijos y hasta aprendemos a pilotar un avión. Y sin necesidad de llevar paracaídas.”

El tema de la adicción hacia los videojuegos estará en la boca de especialistas probablemente durante muchos años más; si causan daño o no quizá sea para siempre una gran interrogante.

Lo que sí está claro es que el éxito de los juegos de video es innegable, por cuanto les confiere a los usuarios un mar de posibilidades. Padalecki y el resto de los que integran el equipo de “Gamesradar” lo reiteran en cada una de sus publicaciones: los videojuegos se han convertido hoy en día en un nuevo y maravilloso arte electrónico.

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