martes, 21 de junio de 2011

Los videojuegos, los estudios y los beneficios




Que los videojuegos sean beneficiosos o no, es debatible. Lo ha sido durante años. Pero tras haber escuchado, leído y visto miles de críticas negativas, despotricando en contra del denominado octavo arte; estudios se han ido llevando a cabo, acercándonos cada vez más a la única, irrevocable verdad... los videojuegos son buenos para el usuario... siempre.

Uno de los estudios fue realizado por el centro de investigación para la visión de la Universidad de York en Toronto y, sugiere que las personas que juegan videojuegos de manera regular pueden aumentar la eficiencia de la red cerebral, preparándolos para tareas complejas de coordinación mano-ojo en actividades distintas a los videojuegos.

El estudio comparó a hombres de veinte años que habían jugado al menos cuatro horas de videojuegos a la semana durante los últimos tres años con hombres que no lo habían hecho. Los participantes tuvieron que completar tareas visomotoras que iban incrementando su dificultad, buscando una manera de llegar al mismo tiempo a una dirección diferente, mientras se encontraban sentados dentro de una máquina funcional de resonancia magnética que escanea la actividad cerebral.

Los investigadores encontraron que el cerebro de los jugadores con menos experiencia usaron principalmente la corteza parietal, área del cerebro normalmente involucrada en la coordinación mano-ojo, mientras que los jugadores más experimentados mostraron una mayor actividad en la corteza prefrontal en la parte frontal del cerebro, un área que normalmente participa en el más alto nivel de la toma de decisiones. Estos datos sugieren que la red básica guiada para el procesamiento visual cortical se ve alterada por jugar videojuegos, creando una red cerebral más eficiente.

Además, un estudio realizado recientemente por investigadores de la Universidad de Rochester, en Nueva York, encontró que la acción de los videojuegos puede mejorar la capacidad de una persona para tomar decisiones de manera rápida y con una mayor precisión, mejorando la capacidad del cerebro para procesar información sensorial.

El estudio comparó a jóvenes que habían jugado videojuegos cinco veces por semana durante el año pasado contra chicos que no lo habían hecho. A los participantes se les pidió observar las matrices de puntos en movimiento a diferentes velocidades en una pantalla de computadora e identificar la dirección principal en que se movían. Los hombres que juegan videojuegos respondieron a las matrices considerablemente más rápido y con mayor precisión que los hombres que no lo hacen, especialmente en el punto de matrices que tuvieron un nivel con mayor dificultad.

Ambos estudios sugieren que los efectos de jugar con videojuegos pueden tener aplicaciones más amplias, incluyendo el tratamiento de enfermedades y en preparar a las personas para tener mejores habilidades en su vida profesional.

El equipo de investigación de la Universidad de York, por ejemplo, señaló que sus hallazgos podrían tener implicaciones importantes para las personas que padecen enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Los videojuegos podrían ayudarlos a usar diferentes

partes del cerebro que no están afectadas en la coordinación de tareas mano-ojo, cambiando el itinerario en las vías cerebrales. Además, los jugadores pueden estar mejor preparados para empleos que exigen conocimientos avanzados visomotores, tales como cirujanos laparoscópicos.

La investigación de la Universidad de Rochester sugiere que los videojuegos ofrecen un valioso entrenamiento para situaciones que se viven en la vida real y también en el campo profesional, como la aviación, que requiere de tener la habilidad para la toma de decisiones rápidas.

Estos estudios proporcionan evidencia adicional que nos dice que los videojuegos tienen aplicaciones que van mucho más allá del entretenimiento.

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